Tu animal de poder

Una guía en tu camino.

7/25/2025

TU ANIMAL DE PODER

Para las tradiciones chamánicas, especialmente las de pueblos originarios de América del Norte, Siberia y ciertas culturas andinas, el animal de poder es un espíritu guía que acompaña, protege y enseña. Es un espejo profundo del alma, una representación de aspectos de nuestro ser que necesitamos reconocer, despertar o fortalecer.

El animal de poder refleja virtudes que están latentes dentro nuestra. Puede acompañarnos durante toda una vida o solo en una etapa concreta. Algunos animales aparecen en momentos de crisis, transformación o búsqueda. Otros son presencias constantes que actúan como faros que alumbran nuestro camino.

¿CÓMO RECONOCERLO?

A veces aparece repetidamente en tus sueños, en libros, conversaciones, imágenes o incluso en encuentros aparentemente “casuales” en la naturaleza. Puedes invocarlo con una intención clara. Pídele que se revele, que se muestre en tu camino. Lo hará. Solo necesitas abrir los sentidos, estar atenta y confiar en tu intuición.

Mi animal de poder me acompaña desde hace ya diez años. Es la loba. Conecté con ella cuando el libro Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés, literalmente cayó en mis manos. A través de sus palabras sentí por primera vez que alguien ponía voz a una parte de mí que llevaba mucho tiempo dormida.

Ese libro fue el inicio de un proceso profundo de regreso a mí misma. La loba vino a recordarme quién era: una fuerza instintiva, salvaje, libre, protectora, intuitiva, cíclica, creativa...
Su energía me ayudó a recoger las piezas perdidas de mi alma, a poner límites con firmeza, a honrar mis pasiones y a habitarme con más amor.

No digo que no haya vuelto a extraviarme del camino desde entonces. Pero ahora sé que cada vez que me desconecto, hay una llamada. Y en esa llamada, una parte de mí pide ser vista, cuidada, abrazada.

Lo supe entonces, y lo sigo sabiendo ahora. No camino sola. La loba sigue conmigo. Y cuando la olvido, es ella quien me llama de vuelta a casa.

¿Y TÚ?
¿Has sentido la presencia de tu animal de poder… o estás lista para invitarlo a tu camino?
Si estás leyendo esto, créeme, está más cerca de lo que imaginas.